martes, 24 de marzo de 2009

No todas las heridas son superficiales. La mayoría de las heridas son más profundas de lo que podemos imaginar. No puedes verlas con la vista. Y luego están las heridas que nos cogen por sorpresa. El truco de cualquier tipo de herida o enfermedad es buscar a fondo y encontrar el verdadero origen del daño. Y una vez que lo has encontrado...
intenta, a más no poder, curar ese golpe.

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Tu problema es quererme perfecta, el mio, pretender serlo.